El Karnak nos recomienda - Baila la Danza del Vientre en la Revista Cuerpo..
[Publicado en Nº 57]
Techi León de la Academia de Danza Oriental El Karnak, colabora y asesora en este artículo acerca de la Danza del vientre, desde nuestro punto de vista y concepción como también se cuenta en el libro de lectura recomendada, La Danza del vientre un Himno a la Vida. Artículo publicado en la revista Cuerpo de Mujer, distribuida en España, Marruecos, U.K., Portugal, Italia y Austria.
Transcripción del artículo
Moldea el cuerpo y ayuda a liberarte de tensiones
Pensada por y para mujeres, la danza mas antigua del mundoalivia los dolores
menstruales, facilita el parto, y mejora las relaciones sexuales. ¡Aprende
a bailarla!
Estás decidida: este año tienes que hacer ejercicio y encontrar
unas horas a la semana para cuidar tu cuerpo relajar tu mente. El caso
es que el aerobic no te convence, el gimnasio te aburre y la piscina
en invierno... ¿Por qué no pruebas la danza del vientre?
Aunque en principio te suene demasiado exótico, si te decides practicarás
un excelente ejercicio en el que se implica todo el cuerpo y también
la mente. Exclusivamente femenina, la danza oriental desbloquea tensiones
y aumenta la autoestima. Muslos, pantorrillas y brazos se endurecen y
estilizan, y abdomen y cintura se moldean gracias al constante movimiento.
En qué consiste Aunque por su nombre creas que es el vientre lo
que principalmente moverás, en la danza oriental se trabaja todo
el cuerpo. “Se mueve todo en una disociación armónica.
Desde la punta de los pies hasta el pelo. Piernas, brazos, manos, espalda,
cuello, pelvis, cabeza. Todo baila”, explica Techi León,
directora de la academia de danza oriental El Karnak y autora del libro
La danza del vientre, un himno a la vida. Una característica de
este baile, que es en gran parte lo que le confiere su aire mágico,
es que los movimientos se ejecutan de forma disociada, de tal manera que,
si mueves la cabeza, el resto del cuerpo permanece quieto. La pelvis se
aísla y con ella se trazan figuras circulares. Los brazos, siempre
en alto, realizan movimientos suaves y constantes. El rostro y, en concreto
la mirada, se llena de expresividad. Es un baile diseñado para
el cuerpo femenino, con un énfasis especial en los músculos
abdominales y en los movimientos de pecho y caderas, Sus movimientos son
suaves y fluidos, pero complejos al mismo tiempo. En algunos momentos
la bailarina alcanza un intenso grado de concentración que se subraya
con el sonido de ciertos instrumentos musicales de percusión. Asociada,
en gran parte por la influencia de las películas norteamericanas,
a la seducción y el erotismo, la danza del vientre es sensual,
pero no pretende ser un instrumento de seducción ni de ofrecimiento
al hombre. “Es una danza elegante, misteriosa y sensual que no tiene
nada que ver con el erotismo vulgar. La mujer tiene que bailar como una
reina, no como una esclava del sexo -aclara Techi León-. Por el
contrario, la práctica de la danza oriental otorga sentido de la
dignidad a la mujer y consigue que se auto afirme se sienta bien con ella
misma".
Beneficios muy femeninos
El movimiento de la pelvis resulta muy beneficioso para aliviar los dolores
menstruales, los síntomas de la menopausia o el estreñimiento.
También facilita el trabajo del parto y combate los problemas de
frigidez. Con esta danza se mueven todos los centros energéticos
del cuerpo favoreciendo el funcionamiento de las articulaciones. Mejora
la circulación sanguínea, el sistema linfático las
secreciones hormonales en general. El baile en su conjunto aporta una
mayor elasticidad y relax físico en hombros, espalda, muñecas
y caderas, además de desbloquear la tensión en la zona de
la pelvis. Muslos, pantorrillas y brazos se estilizan, y el abdomen y
la cintura se moldean. Pero no sólo el cuerpo se beneficia, también
la mente se ve afectada de forma positiva por la danza. La mujer, al entrar
en contacto con su cuerpo, consigue un desbloqueo psicológico que
le permite aceptarse tal como es, aumenta su autoestima y vence miedos
e inhibiciones. Otro logro mental es el aumento de la capacidad de concentración,
pues al realizarse movimientos disociados la mente ha de estar muy atenta
y activa mientras se baila. Si el cuerpo adquiere flexibilidad y fortaleza
muscular, coordinación y equilibrio, el cerebro está despierto
y la persona se siente segura. Sin embargo, esta danza no es el remedio
a todos los males ni puede suplir, en los casos necesarios, la ayuda de
un profesional. “No queremos crear falsas expectativas. Es cierto
que se obtienen numerosos beneficios, pero son individuales y será
la propia mujer la que los descubra. Aquí acuden las mujeres que
quieren aprender a bailar. Los beneficios que recibe cada una de ellas
son personales. No pretendemos sustituir al médico ni al psicólogo”,
matiza la directora de El Karnak.
¿Es difícil de bailar?
Para aprender la danza oriental no se necesitan conocimientos previos
de baile ni tampoco una forma física especial. La fisonomía
del cuerpo tampoco es importante pueden bailarla tanto las delgadas como
las gorditas ni la edad. El único requisito es ser mujer y, por
supuesto, tener ganas de aprender, Pero esto no quiere decir que no haga
falta conocer la técnica o que baste con cerrar los ojos y dejarse
llevar por la música. Al revés, los ojos deben estar bien
abiertos. Como cuenta Techi León, son dos los enemigos de esta
danza: “la ansiedad, o el quererlo todo rápido, y el creer
que ya se sabe todo. Hay que tener en cuenta que se trata de una danza
muy elaborada. Hay que creer en las posibilidades de aprendizaje del cuerpo,
darse permiso y abrir la mente para captar sensaciones, emociones y experiencias.
Todo ello sin olvidar la técnica, porque, aunque es un baile muy
espiritual que delata el contenido interior de cada mujer, no hay que
olvidar que el cuerpo es la herramienta del espíritu”. Con
ocho meses de entrenamiento dos veces por semana se puedo legar a bailar
muy bien.
Este baile está contraindicado en los casos en que existan lesiones
previas de la espalda tanto en la zona cervical como en la lumbar. “Aconsejamos,
si hay dudas, que se acuda antes al médico y que sea él
quien dé el visto bueno”.
Un baile de sacerdotisas y mujeres comunes
La danza oriental, conocida en Occidente como danza del vientre, es considerada
una de las más antiguas del mundo. Aunque de orígenes inciertos,
la versión más aceptada dice que la danza tuvo su origen
en el antiguo Egipto. Entonces el vientre femenino era sagrado porque
guardaba la vida y la mujer tenía el poder de la perpetuación
de la especie, En honor las diosas de la fertilidad, las sacerdotisas
bailaban en rituales con movimientos ondulatorios, rítmicos y circulares
del vientre. Las sucesivas invasiones de Egipto por parte de romanos,
griegos, turcos y marroquíes supusieron una gran influencia cultural
que también afectó a la danza. Con el paso del tiempo, estos
bailes rituales pasaron al pueblo y fueron los árabes los que se
encargaron de difundirla por todo el mundo después de incorporarla
a su cultura. Los países árabes donde más se han
desarrollado son Egipto, Líbano y Turquía, aunque también
se practican en bastantes países europeos y en Estados Unidos.
Pese a que suele asociarse con la imagen de bailarinas de harén
cargadas de seducción, ésta es una danza que bailan prácticamente
todas las mujeres árabes como parte de sus vidas cotidianas. Aprenden
de pequeñas en fiestas y reuniones familiares, si bien a causa
de las restricciones que impone la sociedad tradicional musulmana, las
mujeres no suelen bailar en público ni dedicarse a la danza de
forma profesional. Pero no por ello han dejado de bailar. Danzan antes
del parto, en las fiestas de bodas o, simplemente, para relajarse y divertirse
entre ellas y olvidar durante un rato sus problemas.
El Karnak es el Centro Especializado en Danza Oriental mas Veterano de España
- 25 años de experiencia Impartiendo Clases de Danza del Vientre, en Madrid,
Danza Oriental - Más de 10.000 Alumnas nos Avalan - Bajo la Dirección
de Yasmina Andrawis.
Contacta