
Hola, lindas bailarinas: Quiero compartir con todas ustedes el mágico proceso que llevó a la creación de uno de nuestros más recientes espectáculos en la Academia El Karnak, titulado “El Ciclo de la Vida”.
Después de cinco meses de arduo trabajo y dedicación en nuestras clases de Danza del Vientre, finalmente logramos presentarlo en febrero de 2025. ¡Qué aventura ha sido!
La idea principal de este espectáculo era plasmar las estaciones del año, un ciclo que simboliza la transformación y el renacer constante de la vida.
Cada baile que se presentó estaba diseñado para representar las características de dioses de la mitología egipcia, una fusión perfecta entre arte y cultura.
A lo largo de “El Ciclo de la Vida”, cada estación fue representada con tres danzas, llenas de emoción y significado.
Primavera: Renacer y Crecimiento
Comenzamos con la primavera, una época donde todo florece y resplandece.
En este segmento, presentamos tres bailes que capturaron la esencia del surgir de la vida con gran fuerza, las lluvias frescas de esta estación y las abundantes cosechas.
Las bailarinas encarnaron a los dioses Amón, Min y Osiris, cada una reflejando la fertilidad y el renacer de la naturaleza.
Amón, dios de la creación, fue representado por una danza llena de movimientos dinámicos, simbolizando la energía vital que inunda la tierra.
Min, aunque menos conocido, trae consigo la abundancia, y su coreografía mostró los ritmos suaves y fluidos de las tormentas de primavera.
Por último, Osiris, dios de la agricultura, fue representado a través de un baile que evocó la gratitud por las cosechas.
La conexión entre las bailarinas y el público era palpable; todos sentimos el eco de la vida nueva surgiendo en el ambiente.







Verano: Luz y Desafíos
A medida que avanzábamos hacia el verano, la atmósfera cambió drásticamente.
La temporada cálida se presentó a través de tres bailes que representaron los rayos del sol, las dificultades que el calor puede traer, y el caos que a veces resulta de excesos térmicos.
Las bailarinas, al interpretar a los dioses Ra, Sehmet y Set”, mostraron la fuerza de la naturaleza en toda su plenitud.
Ra, el dios del sol, hizo que el escenario brillara con su danza ardiente, utilizando movimientos rápidos y enérgicos que irradiaban calidez.
Sehmet, diosa de la guerra y la sanación, presentó una coreografía que reflejaba tanto la lucha como la resistencia ante las adversidades del verano.
Finalmente, Set, dios del caos, trajo al escenario una danza intensa, llena de contrastes, que simbolizaba la lucha contra el desorden en medio de la calidez abrumadora.







Otoño: Reflexión y Tranquilidad
Con la llegada del otoño, el espectáculo continuó con tres bailes que nos llevaron a la reflexión.
En esta sección incluyó la danza de los vientos que atraen las nubes, las tormentas de otoño, y los últimos rayos de sol que vienen a despedirse.
Las bailarinas, representando a los dioses Shu, Tefnut y Ra, y plasmaron un cambio sutil pero impactante.
Shu, dios del viento, cautivó al público con movimientos etéreos que parecían acariciar la brisa.
Tefnut, diosa de la humedad, ofreció una danza que evocaba la llegada de las lluvias.
Mientras que los últimos rayos de Ra culminó la presentación, recordándonos que incluso en la despedida hay belleza.








Invierno: Silencio y Renacimiento
Por último, llegamos al invierno, una estación que se presenta con silencio y aún así con la promesa de nuevo crecimiento.
Las tres danzas de este segmento trajeron consigo la llegada del frío, el silencio total de la muerte y, finalmente, el renacer de la vida, comenzando y terminando con la fusión de los dioses Amon-Ra, Anubis y Amon.
Amon-Ra, como símbolo de la resurrección, fue interpretado a través de movimientos pausados que reflejaban la calma y el descanso.
Anubis, el dios de la muerte, trajo a escena una danza que encapsuló el misterio y la serenidad del más allá.
Finalmente, regresamos a Amon, simbolizando el ciclo eterno de la vida, con una coreografía que comenzaba suavemente y culminaba en un estallido de renovación.






Un Agradecimiento Especial
No puedo dejar de sentirme orgullosa de todas ustedes, mis queridas bailarinas.
Han hecho un trabajo extraordinario al plasmar la idea que compartí durante nuestras clases, llevándola a la vida sobre el escenario.
Sus caracterizaciones fueron asombrosas; combinaron la esencia de la danza del vientre con la profundidad de los personajes egipcios que eligieron interpretar.
Gracias por ser parte de este proyecto tan especial. Cada uno de ustedes fue fundamental para el éxito de “El Ciclo de la Vida”.
Su entrega, pasión y amor por la danza han dejado huella en nuestros corazones.
Sigamos creando magia sobre el escenario juntas, porque cada paso que damos en el escenario es un reflejo de lo que somos y de lo que somos capaces de lograr.
Con cariño,
Yasmina Andrawis.





