¡Hola, bailarinas! Hoy quiero compartir con ustedes un concepto fundamental en la música árabe que seguro enriquecerá su comprensión y expresión en la danza del vientre: el Taxim.
Definición de Taxim
El Taxim (o «Taksim») es una forma musical caracterizada por la improvisación, que destaca especialmente en la música árabe.
A diferencia de las composiciones fijas que escuchamos en muchas canciones, el Taxim permite a los músicos explorar melodías y emociones de manera libre, utilizando su talento y creatividad.
Es como un paseo musical donde el artista puede llevarnos a diferentes paisajes sonoros, todo sin una estructura rígida.
Esta forma musical es fundamental para la Danza del Vientre, ya que permite a las bailarinas expresar su propio sentido del ritmo y la silueta de la música a través de sus movimientos. El Taxim se puede considerar como un diálogo entre la música y la danza, donde ambas partes se complementan y enriquecen mutuamente.
Estructura del Taxim
El Taxim no tiene un tiempo definido ni una duración específica.
En general, comienza de manera suave y lenta, permitiendo al músico establecer la atmósfera que luego puede transformar y expandir.
Los instrumentos típicos que se utilizan en el Taxim incluyen el laúd, el qānūn (un instrumento de cuerda) y la ney (flauta).
Cada uno de estos instrumentos tiene su propio timbre y cualidades únicas que aportan al carácter del Taxim.
Los músicos suelen emplear escalas musicales conocidas como «maqamat».
Estas escalas son cruciales en la música árabe, y cada maqam tiene una emoción o sensación particular asociada.
Por ejemplo, algunos maqamat son melancólicos, mientras que otros pueden ser alegres o nostálgicos. Así que, cuando escuches un Taxim, tendrás la oportunidad de sentir y quizás incluso percibir las emociones que el músico está tratando de transmitir.
Aquí les dejo unas pequeñas piezas de audio: violín (maestro nossair orchestra), laúd (maestro nosair orchestra), ney solo, kanoun (maestro nossair orchestra), takassim guitar (setrak).
La conexión entre el Taxim y la Danza del Vientre
Para ustedes, como bailarinas de danza del vientre, el Taxim ofrece un espacio perfecto para la improvisación y la expresión personal.
Al practicar, pueden experimentar cómo sus movimientos responden a las sutilezas y matices de la música.
Algunas ideas para incorporar el Taxim en su danza incluyen:
1. Escucha atenta: Antes de bailar, tómense un momento para escuchar el Taxim.
Presten atención a cómo el músico introduce diferentes frases melódicas y cómo varía la intensidad.
Esto les dará pistas sobre cómo pueden interpretar esos momentos en su danza.
2. Improvisación: No tengan miedo de dejarse llevar por el momento.
La belleza del Taxim radica en su naturaleza espontánea. Permítanse fluir y adaptar sus movimientos a lo que sienten en ese instante.
3. Conexión emocional: Recuerden que la danza del vientre no se trata solo de técnica, sino también de expresión emocional.
Traten de conectar con lo que la música les transmite y reflejar esas emociones a través de sus movimientos.
4. Experimentación con ritmos: Aunque el Taxim en sí no tiene un compás marcado, pueden jugar con sus movimientos para crear sus propias interpretaciones. Usen diferentes estilos de movimiento para representar las variaciones en la música.
Ejemplos y práctica
Si desean profundizar en su práctica con el Taxim, pueden buscar grabaciones de músicos árabes que realicen improvisaciones.
Traten de identificar cómo las franjas melódicas cambian y cómo podrían responder a ellas. Hacerlo será como tener una conversación con la música.
Además, sería beneficioso también asistir a talleres con músicos que toquen instrumentos árabes. La interacción directa con los músicos puede ayudarles a entender mejor el contexto del Taxim y cómo se vive en la performance.
Conclusión
El Taxim es una joya dentro de la música árabe que enriquece la Danza del Vientre.
Es un lenguaje musical que invita a la improvisación, la conexión emocional y la libertad creativa.
Les animo a explorarlo y a dejar que les inspire en su viaje como bailarinas.
La próxima vez que escuchen un Taxim, recuerden que tienen la oportunidad de dialogar con la música a través de su danza.
¡Diviértanse y disfruten cada paso en este hermoso camino creativo!
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