Mis primeras actuaciones como bailarina de Danza del Vientre bajo la atenta mirada de Mi Maestro Fathy Andrawiss
Al estudiar el panorama actual en la danza Oriental o Danza del Vientre me doy cuenta como ha evolucionado todo tan rápidamente, y la verdad que como todo progreso siempre tiene cosas muy buenas y como no otras que se van perdiendo por el camino. En este camino he observado que cada vez la figura de ‘El maestro o Maestra’ está desapareciendo mas y mas. Por eso me hago esta refelexión ¿ Donde esta el maestro de Danza Oriental ?.
Es una reflexión válida creo yo a toda disciplina artística actual, cuando me refiero a Maestro a El Maestro me refiero a aquel que no solo te enseña Danza del Vientre moviendo las caderas y a hacer un montón de pasos y coreografías, el maestro en cualquier disciplina de la vida es algo mas, y no va ha ser la danza del vientre una excepción.
Cualquier momneto es bueno para que tu maestro te corrija, en los detalles esta la perfección.
El Maestro es quien te forma como bailarina, como artista, quien te sigue los pasos quien te corrige y a veces quien te ‘castiga’ quien te enseña todo, y quien se llena de alegría cuando asimilas sus enseñanzas, un maestro es que te estudia y te corrige cada detalle, y en la corrección de los detalles esta la perfección.
Lo que yo he notado en estos 15 años que llevo como bailarina de danza oriental es que esto, nos lo hemos dejado por el camino, ahora, como marca esta sociedad se quiere todo, ya y rápido, se toman ‘Master Clasess’ con cientos de profesores diferentes, y cuando preguntas quien es tu maestro de danza oriental ? se quedan en blanco y responden – Maestro?? yo he tomado clases con …..
No quiero con esto decir que tomar clases con varios ‘maestros’ sea malo ni mucho menos, pero siempre teniendo un punto central, un eje de referencia que no deberíamos nunca de perder.
Yo si tuve mi Maestro, que me formo no solo como persona sino como artista y bailarina integral y a quien debo todo y del que estoy muy agradecida, por desgracia nos dejo hace años y aunque yo siga formándome con otros como mi querido Momo Kadous nunca perderé el norte ni me desviaré de los preceptos y enseñanzas, no solo de danza oriental, que me dio mi padre y maestro de maestros Fathy Andrawis.
